¡Precaución con el gerundio!

Circula por ahí un rumor de que el gerundio es el gran temido entre las formas impersonales del verbo. Será o no será verdad, pero lo cierto es que son muchos los que tienden a evitarlo por no fallar, pues existen demasiados errores frecuentes relacionados con sus usos. A veces, incluso cuando su empleo es correcto, denota un mal estilo de redacción: ¡sí que nos lo pone difícil el dichosito gerundio!

Por ello, con el objetivo de que todos nos sintamos tranquilos al emplear esta forma verbal, voy a dedicarle la entrada de esta semana: repasaremos los principales fallos y sugeriremos posibles soluciones.

El gerundio tiene una forma simple (cantando), que nos indica una acción simultánea (Entré a clase cantando ópera), ligeramente anterior (Sabiendo lo que pasaría, llamé a la policía) o inmediatamente posterior (Salió enfadado cerrando de un portazo) a la expresada por el verbo principal; y otra compuesta (habiendo cantado), que indica anterioridad inmediata a la acción del verbo principal.

Por tanto, error número uno. El gerundio no puede expresar una acción posterior (no inmediata) al tiempo de la oración principal: Salió del gimnasio encontrándose que estaba diluviando/ Salió del gimnasio y se encontró que estaba diluviando; Estudió en Sevilla, licenciándose, años más tarde, en Alcalá de Henares / y se licenció, años más tarde, en… ¡Recuerda esto y evitarás cometer más de una incorrección!

Error número dos (normalmente producido por calcos del inglés y del francés): el empleo del gerundio con valor de adjetivo especificativo (ya sea con personas o cosas). La solución para esto es sustituirlo por una oración de relativo: Se solicita camarero hablando francés/ que hable francés; Me compré un jersey teniendo un gran descuento/ que tenía un gran descuento.

Hay dos excepciones aceptadas:

  • La RAE únicamente admite el uso de hirviendo y ardiendo, ya que aparecen en frases hechas del tipo «agua hirviendo», «clavo ardiendo», etcétera.

  • En títulos de cuadros, fotografías, etc., por ejemplo: Señora recogiendo fresas a luz del sol onubense.

Otro gerundio con valor especificativo que no procede del inglés es el llamado gerundio del BOE, conocido de este modo por aparecer con demasiada frecuencia en esta publicación: Decreto regulando el aumento de los impuestos.

 

Error número tres. El gerundio no debe aludir a ninguna palabra que desempeñe en la oración una función distinta a la de sujeto o de objeto directo: Escuchando música conduzco más relajada; Me encontré a tu mujer hablando con un amigo (en este último caso suelen producirse ambigüedades, pues no sabemos quién de los dos hablaba con el amigo). Por tanto, es incorrecto que el gerundio aluda a un complemento indirecto, un suplemento, un complemento circunstancial, un complemento agente, etc.: *Le regalé un pastel a mi sobrino muriéndose de hambre/ que se moría de hambre.

Error número cuatro: debemos evitar un anglicismo que consiste en abusar de la perífrasis de gerundio (estar siendo+ participio), sustituyéndola por el presente de indicativo o por la perífrasis ser o estar+ participio: *Las pruebas están siendo valoradas con suma cautela (se valoran/se están valorando).

Error número cinco: debemos evitar la expresión  como+gerundio si no se usa para expresar comparación. Me gritó como queriendo quedar por encima es correcto; Rechazó mis disculpas como siendo frágiles es incorrecta.

Por último, es interesante también tener en cuenta una recomendación que nos dejó María Moliner, quien no consideraba elegante ni correcto usar dos o más gerundios en sucesión: «Salió de Madrid el 12 de junio recorriendo a pie el norte de España, visitando también algo del sur de Francia y regresando por ferrocarril desde Marsella el 21 de septiembre».

Espero que esta entrada os resulte útil y que dejemos de temerle al gerundio, cuyo uso justificado y correcto confiere una gran riqueza a nuestra lengua. Me encantará conocer tu opinión a través de los comentarios, así como leerte si tienes información que pueda enriquecer el contenido, ¡muchas gracias!

Agradecimiento a  Leo Reynolds por la fotografía,compartida bajo licencia de Creative Commons

11 comentarios en «¡Precaución con el gerundio!»

  1. Gracias por el artículo. Creo que el ejemplo de los gerundios en sucesión encuadra perfectamente en el primer error (gerundio de posterioridad): salió… recorriendo… visitando… regresando…

    Responder
  2. Tengo un amigo con el que discuto a menudo de ortografía, ya que sigue reglas ortográficas bastante antiguas, y no se atiende a las nuevas modificaciones.
    El insiste, en que después de un punto no se puede iniciar una frase con un gerundio. ¿Es eso correcto? Lo digo porque lo he visto a veces escrito así.

    Responder
    • Hola, Concha. Te ruego nos disculpes el retraso en la respuesta.

      Para responderte con precisión, hemos consultado detenidamente la «Nueva gramática» y no hemos encontrado nada que indique que un gerundio no puede iniciar una oración. De entre las extensísimas explicaciones, tanto semánticas como morfosintácticas, que se dan sobre sus usos, hemos extraído algunos ejemplos que demuestran lo contrario:

      * Gerundios que se acercan en su comportamiento gramatical a los adverbios:
      — ¿Cómo aprobar?
      — Estudiando.

      * Se construyen con gerundio gran número de cláusulas externas a la oración. Estos gerundios externos o periféricos se asimilan a otros que ocupan posiciones similares y se refieren generalmente al sujeto de la oración principal. Se suelen asimilar a construcciones absolutas, por lo que han recibido asimismo la denominación de gerundios absolutos, temáticos o de tópico en varios sistemas terminológicos. Aparecen muy frecuentemente al comienzo del periodo y separados por una pausa (Encaramándose sobre la silla, había conseguido alcanzar e tarro de la mermelada), pero también se admiten en posición final o media de oración. En todos estos contextos, la oración de gerundio introduce alguna aclaración a lo que se afirma en la oración principal, pero esta información complementaria adquiere matices semánticos diversos.

      * Se llaman ilocutivos o elocutivos los gerundios externos (a menudo preoracionales, aunque no siempre) que hacen referencia al propio acto verbal, a la vez que constituyen ordenadores del discurso: Resumiendo…; Concretando…; Cambiando de tema…; Yendo al grano…; Hablando de otra cosa…; Siguiendo a Freud…, etc.

      * Cuando hablamos de gerundios lexicalizados o semilexicalizados, encontramos igualmente diversos ejemplos:

      — Andando/respondiendo/abreviando, que es gerundio.
      — Dependiendo solo del mercado, géneros como la poesía, el teatro, la danza, etc., podrían desaparecer.
      — Exceptuando el pino, todos los árboles de mi jardín son de hoja caduca.

      * Y si entramos en el sujeto del gerundio (ya sea localizado o tácito), encontramos igualmente muchos ejemplos:

      — Teniendo el libro tantas páginas, no va a ser fácil leerlo.
      — Sabiendo mis celos, Eloísa comenzó a ponerme azucarados telegramas.

      Como ves es un tema muy amplio, por lo que si deseas indagar más sobre el mismo, puedes consultar la «Nueva gramática de la lengua española», páginas 2037 y siguientes. Esperamos haber ayudado, muchas gracias por contar con nosotros.

      (Consulta resuelta por Rocío Santiago).

      Responder
  3. Hola, felicidades por esta entrada tan genial. Pero me surge una duda: ¿en el titular de una revista es posible dejar el gerundio? Exactamente el titular en inglés es: «Freeing the entrepreneur». No sé si es posible dejar el gerundio en castellano o debería sustituirlo por otra forma verbal.

    Responder
    • Hola, Cristina. Ante todo, mil disculpas por el retraso en responder, estamos muy atrasadas con diversas tareas del blog. En principio yo no veo inconveniente en utilizar un gerundio en un titular, sin embargo, no conozco muy bien el significado de esa expresión en inglés, por lo que no puedo ser más exacta en la respuesta. ¡Un saludo!

      Responder

Responder a bertcarfer Cancelar la respuesta