Ortografía de las mayúsculas: ¿quién dijo miedo?

No son pocas las personas que dudan a la hora de colocar una mayúscula en sus escritos o que desconocen determinados aspectos de la ortografía de estas «letras grandes». Se trata de un tema que da para mucho, al que, lejos de tener miedo, hemos decidido hincar el diente. Advertimos: a lo mejor tenemos que extendernos en más de una entrega…

La RAE, en su Ortografía, indica que en español las palabras pueden escribirse en minúsculas, con mayúscula inicial o enteramente en mayúsculas. En la escritura ordinaria se utiliza como letra base la minúscula, y cuando la norma prescribe el uso de la mayúscula esta se aplica solo a la letra inicial de la palabra afectada. De esto deduciremos que, más allá de los usos necesarios (carteles, títulos, etc.) escribir un texto extenso enteramente en mayúscula resulta enormemente incómodo para el que lo lee, sin mencionar que, para muchos, transmite la sensación de estar comunicando algo «a gritos».

Sin entrar en aspectos muy técnicos ni concretos, y dado lo extenso del tema, en esta publicación haremos referencia a las relaciones de las mayúsculas con los diacríticos y con los signos de puntuación.

Tildes y diéresis. Las reglas de aplicación de signos diacríticos (tildes y diéresis) rigen para todas las palabras, independientemente de si están escritas en mayúsculas o en minúsculas. La ausencia de estos diacríticos en las mayúsculas podía estar justificada, en épocas pasadas, por razones técnicas (composición tipográfica o configuración de las máquinas de escribir). Estas justificaciones, hoy carentes de sentido, no lo han tenido nunca en los textos manuscritos. Escribiremos, por lo tanto, Ángela o LINGÜÍSTICA.

Mayúsculas y puntuación. Se escriben con mayúscula inicial exigida por la puntuación las palabras siguientes:

  • La primera palabra de un escrito o la que aparece después de un punto, independientemente de que pueda estar precedida de un signo de paréntesis, comillas, interrogación o exclamación: No quiso hablar. Estaba enfadado. (Parece que aún le guarda rencor). ¿Se le pasará?

  • La palabra que sigue a los puntos suspensivos, cuando estos coinciden con el cierre de un enunciado: Nos divertimos tanto… El martes que viene repetiremos. Si los puntos suspensivos no cierran el enunciado, la palabra que los sigue irá con minúscula inicial: Es un chico muy… especial.

Interrogativas y exclamativas. En este caso, la colocación de las mayúsculas dependerá de si la pregunta o exclamación constituyen la totalidad del enunciado o partes del mismo. Aquí interviene el grado de independencia que le quiera dar el narrador a cada parte. Así, podremos encontrar:

  • ¿Dónde estabas? Mamá está preocupada.

  • ¿Cómo puedo mejorar mi expresión?, pregúntate a ti mismo.

  • ¿Qué día llegaste?, ¿te recibieron bien?, ¿descansaste en el avión?

  • ¿Qué día llegaste? ¿Te recibieron bien? ¿Descansaste en el avión?

  • Disculpe, ¿tiene hora?

Dos puntos. Aunque los dos puntos no señalan el final de un enunciado, sí pueden anunciar el comienzo de una unidad con independencia de sentido. Debe comenzarse el texto con inicial mayúscula en los siguientes casos:

  • En los encabezamientos o saludos de una carta (también correo electrónico o fax):

Estimado Sr. Gutiérrez:

Tras la conversación mantenida esta mañana…

  • Tras los puntos que introducen una cita textual: El ministro afirmó: «Bajaremos los impuestos el año que viene». Esta norma no es de aplicación si se omite el comienzo de la cita original: «… y los sueños, sueños son». Cuando se reproducen refranes o frases hechas sin que vayan precedidas de los dos puntos, el uso de la mayúscula dependerá del grado de integración en el enunciado en el que se inserten:

Ya sabes que «más vale prevenir que curar».

Cuando tengo algún síntoma pienso en el refrán «Más vale prevenir que curar».

  • Tras los dos puntos que cierran los epígrafes o subtítulos de un libro o documento:

La filosofía griega: La figura más destacada de la filosofía griega…

Elementos decorativos:

  • Frescos: Son pinturas murales…

  • Tapices: Se trata de piezas textiles…

  • Tras aquellas palabras con carácter enunciador, como ejemplo, advertencia o nota:

NOTA: No olvidar cocer la pasta previamente.

  • Tras los dos puntos que introducen una explicación que se desarrolla en uno o más párrafos independientes (suelen aparecer ligados a expresiones como a continuación o siguiente):

La receta se elabora como se explica a continuación:

Se baten las claras a punto de nieve. En un cuenco aparte…

  • La primera palabra de cada uno de los elementos de una enumeración escritos en líneas independientes. Si se cierran con coma o con punto y coma, los mismos elementos comenzarán con minúscula:

Las principales funciones del periodismo son:

  • formar,

  • informar,

  • entretener.

El clima oceánico se caracteriza por:

  • Temperaturas suaves y veranos frescos; se aprecia poca oscilación térmica.

  • Precipitaciones muy abundantes que se producen principalmente en invierno.

Visto lo visto, aún nos quedaría tratar el uso de las mayúsculas para marcar los nombres propios y otras denominaciones, las siglas, usos especiales… Prometemos por lo tanto volver a tratarlo y esperamos que os sea de utilidad. ¡Recordad que podéis participar con vuestros comentarios y no os olvidéis de difundir!

Fuentes consultadas:

Real Academia Española. Ortografía de la lengua española.

José Martínez de Sousa. «Mayúsculas y minúsculas».

Agradecimiento a  Leo Reynolds por la fotografía compartida bajo licencia de Creative Commons

6 comentarios en «Ortografía de las mayúsculas: ¿quién dijo miedo?»

    • ¡Por supuesto que tenéis nuestro permiso! Es un placer que los contenidos se difundan y lleguen a cuanta más gente mejor. ¡Gracias por vuestro apoyo y comentario!

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