¡Qué suspense con los puntos!

Hoy voy a escribir sobre los puntos suspensivos, esos tres puntitos (¡sí, son solo tres!) que, a pesar de su apariencia, constituyen un único signo ortográfico.

¿Dónde y para qué podemos usarlos?

Un empleo muy habitual de este signo es en oraciones o enumeraciones que no son completadas, por lo que quedan suspendidas (de ahí el nombre). Puede intercambiarse por etcétera: Comimos pescado, carne, verduras…; Nos dijo que nos veríamos en París, Madrid, la Habana, etc.

También se utilizan los puntos suspensivos para evitar reproducir una palabra tabú o malsonante o referirnos a un nombre que no se desea citar: El c… del profesor ha puesto hoy un examen sorpresa; Ese tío es un hijo de p…

En los proverbios o citas textuales, este signo aparece para sustituir fragmentos tan conocidos que resulta innecesario reproducir: A quien madruga…

Para evitar la repetición del título largo de una obra cuando hay que volver a mencionarlo: El otro día vimos ‘Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo, pero nunca se atrevió a preguntar’. Los actores de Todo… ¡son malísimos!

Cuando se quiere dejar un final de frase impreciso. Si yo te dijera…; Si supieras…; Anda que si yo hablara…

Sin valor de interrupción, únicamente con intención expresiva para manifestar duda, indecisión, temor, sorpresa… a través de pausas enfáticas: Cuando te vi ese día sentí algo extraordinario…; No sé…, quizás vaya…, quizás no…

Hasta aquí fácil y claro, ¿verdad? Pues ahora vamos a repasar las normas ortográficas por las que se rige su escritura:

1) Son siempre tres (…), excepto cuando acompañan a una abreviatura. ¡Presta atención a partir de ahora y comprobarás en multitud de textos que aparecen cuatro o cinco puntos!

2) Si finalizan el enunciado no se añade el punto de cierre, pero si van detrás de una abreviatura sí se suma a ellos el punto que la cierra, quedando cuatro puntos: admón….

3) No se ponen comas delante de estos, pero detrás, sin dejar espacio, se puede colocar la coma, el punto y coma, y los dos puntos.

4) Detrás de etc. no es correcto añadir puntos suspensivos, sería una redundancia. ¡Fíjate también en los textos que lees y verás cuántas erratas descubres! 🙂

5) En las interrogaciones y exclamaciones, los puntos suspensivos van precediendo al signo de cierre si el enunciado está incompleto; detrás, si está completo: ¿De verdad podemos estar seguros de ese…?; ¡Tú decides, te vas o te quedas!…

6) Detrás de ellos se escribe mayúscula si cierran un enunciado, pero si este continúa se escribe minúscula. No me gusta estar pendiente de la gente así… ¡a partir de ahora iré a lo mío!

7) Se escriben siempre pegados a la palabra o el signo que los precede, y separados por un espacio de la palabra o el signo que los sigue; pero si lo que les sigue es otro signo de puntuación, no es necesario dejar espacio entre ambos. ¿Tú siempre eres así…?; Me contaron que era un…, pero no quise creerme las habladurías.

Ya hemos llegado al final de esta entrada. Espero que te haya resultado clara e interesante. Me será muy útil conocer tu opinión a través de los comentarios, así como leerte si tienes información que pueda enriquecer el contenido, ¡muchas gracias!

Agradecimiento a  olgaberrios por la fotografía,compartida bajo licencia de Creative Commons

4 comentarios en «¡Qué suspense con los puntos!»

  1. Simplemente quería que me informarais si es correcto, y en caso de serlo cuando se puede utilizar, los puntos suspensivos al inicio de una frase. Por ejemplo: …I TANT SI PODEM!
    Gracias anticipadas.

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    • Hola, sí es posible usar los puntos suspensivos en el principio de una frase, siempre dejando un espacio entre el signo y la primera palabra. Espero haber ayudado. Un cordial saludo.

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