
El precio de los libros electrónicos es objeto de los más diversos e interesantes debates en los últimos tiempos. Son muchos los autores independientes que lanzan sus obras en Amazon a un precio mínimo de 0,89 €. ¿El porqué? La mayoría lo hacemos (me incluyo porque este es el precio que tenía mi libro hasta ayer mismo) para ser leídos. Entendemos que si no somos conocidos, ¿quién va a pagar más por nuestros libros? Las ansias por hacernos visibles y tener la oportunidad de que al menos los lectores valoren nuestras creaciones nos nublan las entendederas hasta el punto de cometer errores de todo tipo.
Menciono la palabra error porque, después de muchas reflexiones, he llegado a la conclusión de que reducir tanto el precio no es precisamente la mejor de las estrategias que podemos adoptar. Detrás de un libro autoeditado bajo ciertos parámetros de calidad hay muchísimas horas de trabajo: cantidad de mañanas, tardes y días completos que una persona (con las mismas necesidades de comer, vestirse, pagar facturas, vivir bajo un techo…. que tenemos tú y yo) dedica a crear mundos de ficción o a recopilar información de interés para ilustrarnos; entretenernos; ayudarnos a escapar y a soñar; permitirnos conocer otras realidades; regalarnos apasionantes viajes sin apenas mover un dedo… Quien escribe ha llevado a cabo un trabajo intelectual, creativo, ha realizado esfuerzos considerables que, en ocasiones, lo han llevado a vaciarse por dentro y poner el alma sobre la mesa de trabajo. Y no solo hay horas de trabajo detrás de un libro editado con calidad; también hay una inversión económica, pues el escritor habrá tenido que pagar a un profesional para que revise y corrija la obra; realice una portada; una maquetación; la conversión a formato electrónico, etcétera, etcétera. La cuenta no se cierra; cualquier autor que me esté leyendo sabrá cuánto más de nosotros (ilusiones, anhelos…) dejamos en la tarea de publicar.
Recién repasado todo esto, la cifra de 0,89 € por un libro (a veces novelas de hasta 200 y 300 páginas que han llevado años de trabajo) parece más que irrisoria, absurda y bastante desacertada. Si el escritor independiente ha de ser quien le dé valor a su trabajo, ¿creéis que lo consigue con este reducidísimo precio? Muchos compañeros afirman que no venden nada teniendo sus obras a este precio, sin embargo, el día que las ponen en descarga gratuita se producen innumerables descargas. ¿Qué nos pasa?, ¿cuál es la barrera que nos impide pagar por las creaciones ajenas?, ¿queremos libros gratis, aunque sea para amontonarlos en nuestros dispositivos aumentando la lista de lecturas que en toda nuestra vida vamos a ser capaces de completar? Sé que son muchas las opiniones que dan forma a este debate y estaré encantada de leer las vuestras en los comentarios.
Mi experiencia personal es que cuando llego a conocer a un autor a través de sus valiosas aportaciones en la Red; cuando las opiniones sobre su obra hablan por sí solas; cuando descubro el argumento a través de una sinopsis bien redactada; cuando me siento atraída por un título y portadas llamativos…, cuando todo eso pasa, un par de euros más no suponen ningún impedimento para pagar por su libro. Eso sí, no tengo inconveniente en confesar que, hasta ahora, mi barrera para libros electrónicos está en 5 € para autores consagrados; por encima de esa cantidad, me cuesta y me lo pienso.
Tras esta reflexión, he decidido cambiar el precio de Como tú y como yo a 2,94 € a partir del próximo sábado. Antes, como regalo con motivo de la celebración del Día Internacional del Libro, podréis descargarlo gratis (hoy y mañana), en formato electrónico, a través de Amazon. Para todos los que aún nunca hayáis leído nada sobre él, se trata de una recopilación de relatos, no muy extensos, que recrean historias de gente corriente, como tú y como yo, pero que destacan por una particularidad que considero vital: sus energías, sus fuerzas, su capacidad de lucha, de ir más allá de sus propias limitaciones y alcanzar los objetivos o metas que se proponen. De ahí que decidiera titularlo Como tú y como yo. Si os ha picado un pelín el gusanillo de la curiosidad, podéis averiguar qué opinan quienes ya lo han leído. Aquí tenéis una preciosa reseña que me regaló Ana, del blog Pasen y Lean, y aquí podéis encontrar más información.
No quiero cerrar esta entrada sin hacer un llamamiento, en un día tan especial como hoy, a reflexionar sobre la piratería. Muchas veces he pensando que tras este fenómeno existe una cierta inconsciencia, una especie de ceguera que nos nubla la vista a favor de nuestra comodidad e intereses. Creo esto porque me resulta difícil comprender que paguemos alegremente por una caña, un café o un cubata (todos de consumición rápida) y nos pensemos tanto el corresponder como se merece a esos creadores de historias y libros que nos acompañan, a veces, toda la vida. Conste aquí mi homenaje, en este día, a quienes los hacen posibles. Quizá por esto sea fundamental que nos paremos a reflexionar (unos párrafos más arriba hacía un pequeño resumen sobre todo lo que hay detrás de una obra y de un proceso de publicación); que tratemos de ser empáticos y ponernos en la situación de tantos y tantos creadores que no pueden vivir de su trabajo porque se les están robando sus derechos. En estos tiempos en que la mayoría somos víctimas de un ataque continuo contra nuestros derechos más esenciales, parémonos a pensar en los que nosotros pisoteamos a diario: seamos honestos, seamos coherentes, respetemos el trabajo de los demás.
Me despido con una reflexión que leía ayer sobre García Márquez, quien afirmaba que sufría con cada página que creaba con dolor para que otros obtuvieran placer de su esfuerzo. ¡Toca reflexionar!
¡Feliz Día del Libro! Os espero en los comentarios.
Hola Berta.
Leí la entrada esta tarde y me dije que luego pasaría a comentar. Aquí estoy.
Completamente de acuerdo en todo lo que has planteado.
Cada lector es un mundo, eso es evidente, y a mi por ejemplo me echa para atrás ver un libro por menos de 1 euro y si es gratis salgo huyendo como de la peste. Quizás esté equivocado, y me este perdiendo grandes historias, pero si yo tuviera la destreza y habilidad para escribir intentaría vender mi producto por otros medios, y no me refiero a los típicos que están todos los días dando la matraca con su libro. Hoy en día hay que ser social, interactuar con la gente y aportarles «algo» diferente o que les llame.
Soy un lector clásico de los de papel y bajo ningún concepto leo en digital, pero si algún día sale tu libro en papel tendrás a un posible comprador.
Saludos.
Holaa, David. Muchísimas gracias por pasarte por el blog y dejarme un comentario. Como tú bien dices, hay muchos tipos de lectores. Yo no veo tan mal que se hagan promociones puntuales y se regalen los libros, después de todo, como expresaba en el artículo, si queremos ser leídos tenemos que poner las cosas fáciles y darnos a conocer (aunque no a cualquier precio, ahí está la diferencia). Yo soy una acérrima defensora de la autoedición y te puedo decir que he encontrado, detrás de promociones gratuitas o precios muy bajos, grandes historias y obras escritas con calidad, por ello creo que todos deberíamos darles una oportunidad a los que lo hacen bien, tengan o no respaldo de una editorial. En lo que sí estoy totalmente de acuerdo contigo es en que hay mucho por cambiar y mucho que innovar en el campo de la promoción de las obras autoeditadas: el enfoque social y la interacción son fundamentales, como también lo reflejé en una de mis últimas entradas: Escritores enredados http://www.s404502539.mialojamiento.es/escritores-redes-sociales/ Gracias por todo, David, ya sabes que soy fan declarada de tu blog, así que para mí es un honor que te pases por el mío. ¡Saludos!
Muy de acuerdo con tu reflexión. Aunque hay compañeros escritores que ponen sus obras a ese precio ridículo y consideran que es una buena estrategia de marketing, a mí me parece que se tiran piedras sobre su propio tejado. Es lanzar el mensaje de que lo que has creado no vale la pena, no como para pagar un precio razonable por ello. Y luego es que además pasa lo que comentas: ni a menos de un euro lo compran. Mi novela no llega a 3 euros en formato digital, pero por menos de ese precio me parece absurdo colgarla, para eso prefiero regalársela a quien yo quiera. Tenemos que valorar nuestro trabajo (siempre que tenga un mínimo de calidad, claro), ser autocríticos, por supuesto, pero también nuestros mayores fans.
Tu libro está muy bien. Aún no lo he acabado, pero los relatos que he leído están muy bien escritos y cuentan historias bien construidas. Te deseo muchos éxitos! Un abrazo!
Hola, Benjamín. Tal y como acabo de expresar en otro comentario, considero que la promoción de las obras autoeditadas es un campo infinito que todos debemos explorar. Hay mucho que estudiar, analizar, probar, así como mucho a lo que arriesgarse, pues está claro que muchas de las estrategias que ahora se llevan a cabo son fallidas y nos están haciendo mucho daño a todos, que quedamos dentro de un mismo saco. Estoy de acuerdo contigo: tenemos que creer en nosotros mismos, si no lo hiciéramos creo que no habríamos publicado, pero estar siempre abiertos a las críticas constructivas y a dejarnos asesorar para aprender y crecer a partir de nuestros errores. Muchísimas gracias por dedicarle tiempo a mi libro y expresarme tu opinión. Igualmente te deseo lo mejor, ¡un abrazo!