Escritores enredados

Posted by on Mar 18, 2014 in Escritores, Redes sociales | 8 comments

Escritores enredados

Los escritores que deciden editar de manera independiente tienen que ser muchas cosas, entre ellas, comercial de sí mismos. Proliferan los perfiles de Twitter y las páginas de autores en Facebook; todo el mundo habla y quiere saber de «marca personal»; de SEO; de marketing de contenidos… Sin embargo, a mi parecer, hay demasiado ruido en el sector, demasiadas voces que lo emborronan todo.

 

No es mi intención, ni la temática de este blog, escribir una entrada técnica con consejos profesionales sobre cómo gestionar una red social. Solo quiero reflexionar, en voz alta, sobre ciertos errores que encuentro cada día y considero que perjudican mucho a quienes los cometen.

 

Mi reflexión parte de un punto de vista claro: todo lo que hacemos en las redes es una proyección de nosotros mismos, por lo que no nos queda otra que cuidar cada paso que damos. Seré lo más breve posible.

 

1)      Escuchemos. Es muy importante escuchar qué dicen los demás, estar atentos a sus intereses, sus preocupaciones, lo que desean…

 

2)      No hablemos solo de nosotros. Un error muy recurrente que detecto en muchos perfiles es el de hablar única y exclusivamente de uno mismo: sobre su libro, sobre su artículo, sobre su proyecto… Las personas que solo hablan de sí mismas no suelen gustarle a casi nadie, ¿es que no tienes nada más que aportar? Piensa en qué sabes hacer, genera contenido nuevo o, al menos, comparte información de interés sobre el sector donde quieres posicionarte.

 

3)      Ayudemos. Echemos una mano. Si podemos apoyar a alguien en la difusión de su proyecto, ¿por qué no hacerlo? Esta es la forma más idónea para conseguir relaciones y contactos de calidad basados en un interés mutuo. Sin embargo, también para esto hay un término medio. Una práctica que he encontrado en muchos autores independientes es el intercambio en la promoción de sus libros. Me parece estupendo que exista esa maravillosa relación, yo también lo he hecho en ocasiones y lo hago cuando encuentro una obra que considero que merece recomendación; pero no basemos nuestra estrategia solo en eso, pues corremos el riesgo de resultar cansinos y de que nos consideren emisores de spam.

 

4)      Pongámonos guapos. Al igual que en las ocasiones importantes intentamos ofrecer la mejor de nuestras caras, en las redes sociales es importante que cuidemos nuestra imagen. Elijamos un fondo, una portada o una foto de perfil que sean coherentes con nuestro estilo y con lo que queremos transmitir. Cuidemos nuestra ortografía; recordemos que no hay segundas oportunidades para primeras impresiones y escribir bien es una tarjeta de presentación única, sobre todo si somos escritores, editores… o nos movemos en el mundo de las palabras.

5)      Seamos amables, honestos y educados. Debería sobrar incluir este punto, pero la buena educación no es tan habitual como algunos pensamos o queremos creer. Si alguien hace algo por nosotros, seamos agradecidos, no cuesta tanto y se trata de un gesto que dice mucho de nosotros como personas.

 

6)      Estemos despiertos. No son tiempos para vivir adormecidos, tenemos que ser más observadores que nunca, estar siempre preparados para detectar oportunidades. En las crisis sobreviven los más fuertes: no podemos quedarnos parados esperando a que otros nos ofrezcan las soluciones que nosotros necesitamos. Por tanto, observemos cómo lo hacen los demás, aprendamos de aquellos a los que admiramos, de los que tienen mucho que aportar. ¡Ojo!, no estoy hablando de copiar, sino de inspirarnos, de empaparnos como esponjas del conocimiento ajeno, de crecer aprendiendo de los demás.

 

7)      Seamos positivos. Vale, ya sabemos que estamos atravesando una crisis brutal; que hay mucho paro; que cada día más personas viven bajo el umbral de la pobreza, etc., etc., pero ¿nos sirve de algo pasarnos el día recopilando las informaciones más negativas que hay por la Red? ¿Creéis que es positivo emitir quejas continuamente? Dejemos atrás la negatividad y centrémonos en avanzar y crear valor.

 

8)      Sumemos en lugar de restar. Está muy  bien que emitamos nuestras opiniones y que lancemos críticas constructivas que puedan generar valor, pero ¿sirve de algo criticar a los demás por criticar?, ¿centrarnos en sus fallos y en sus defectos en lugar de en aquello que hacen bien?

 

9)      Pensemos antes de actuar. Antes de escribir; de retuitear o compartir una información; de publicar una foto o imagen, deberíamos plantearnos: ¿voy a aportar algo?, ¿tiene algún interés o utilidad? Con frecuencia dejo de seguir cuentas de escritores por estar saturadas de información personal que a mí no me aporta nada. No quiero decir que no podamos contar en nuestras cuentas algo sobre nosotros, de hecho, hacerlo también contribuye a ofrecer una imagen más cercana y estrecha vínculos con nuestros contactos. Sin embargo, debemos ser moderados con esto y buscar siempre el término medio.

 

10)  Seamos nosotros mismos. Esto lo he dejado para lo último por ser lo más básico y fundamental, pero no lo más sencillo. Decía Oscar Wilde que «Ser natural es la más difícil de las poses». Cuando se habla de «marca personal» no se trata de inventarte lo que no eres para “vender” lo que no tienes. La marca personal es ese sello que se desprende de todo lo que haces y dices, de cómo actúas en cada momento. Los vendedores de humo no pueden mantener su engaño por mucho tiempo. Limítate a ser tú, seguro que tienes muchísimo que aportar.

¿Qué te ha parecido esta entrada? ¿Cuáles son para ti los errores más recurrentes que se cometen en las redes sociales? La entrada está abierta para ser completada con tus aportaciones, no dudes en dejar tu comentario. ¡Muchas  gracias por pasarte por el blog!

 

Berta Carmona

Imagen de Flickr de la galería de nscap, compartida bajo licencia de Creative Common.

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8 Comments

  1. Poco voy a poder añadir o rebatir porque estoy de acuerdo en todo. Es un texto lleno de sentido común, lo cual ya es mucho. Para mí el punto fundamental, a partir del cual cobran sentido o lo pierden el resto, es el último. Ser nosotros mismos es requisito imprescindible para empezar a plantearse la posibilidad de hacer «carrera» como autor independiente. Es la única ventaja que podemos tener respecto a los que circulan en los circuitos tradicionales: sinceridad, honestidad y cercanía. Por supuesto, todo ello acompañado de un trabajo profesional.
    Saludos!

    • Muchísimas gracias, Benjamín, por pasarte por el blog y dejar tu comentario. Estoy de acuerdo contigo: ser nosotros mismos es lo más importante y fundamental de todo, después de todo es lo que mejor debería salirnos y en lo que menos debemos fallar 🙂 Un saludo afectuoso y de nuevo ¡graciaas!

  2. La verdad es que estar en las redes sociales lleva mucho tiempo. Es posible que mucha gente sienta la presión de tener que publicar todos los días para que los demás les vean. Y eso resulta en lo que comentas: o bien publicar mucho sobre uno mismo, o bien publicar cosas ajenas por el hecho de tener una información nueva en tu muro.

    A mí, algo que me ha decepcionado de alguna escritora es la falta de interacción con sus seguidores. Cuando les escribes para felicitarles o para decirles que su último libro no te ha gustado, se agradece una respuesta. Cierto que lleva mucho tiempo estar en muchas redes a la vez, pero si estás, tienes que estar de verdad.

    • Hola, Syra. Llevas razón, estar en las redes es un trabajo intenso, a veces difícil, hay demasiada información y al final todos nos enredamos, nos perdemos y hacemos cosas que pueden llegar a perjudicarnos realmente. Por esta razón me surgió la idea de escribir esta entrada, de alguna manera reflexiono sobre mis posibles errores al tiempo que sirve para una reflexión, más interesante, en común. Lo que comentas sobre los escritores que no responden es algo que yo no llego a comprender, salvo que por un error técnico no reciban los mensajes, claro. ¿Habrá algo más valioso que la opinión de un lector? Para mí son como el oro líquido y las cuido como tal, de ahí que me cueste entender que otros compañeros fallen en este punto. Volvemos a lo mismo: quizás están demasiado ocupados con otras acciones y pierden el foco en lo verdaderamente esencial. En definitiva, todos tenemos mucho que aprender y lo importante es que tengamos la intención de hacerlo y trabajemos duro todos los días. ¡Gracias por pasarte por el blog! Un abrazo.

  3. Hola Berta, te comento brevemente mi experiencia personal. Yo entré en las redes sociales para promocionar mi blog, concretamente Twitter, que es de lo que voy a hablar porque es la única que conozco. Las primeras semanas tuiteaba exclusivamente contenidos de mi blog, hasta que le fui pillando el truco poco a poco. Hoy en día para lo que menos me interesa usarlo es para promocionarme. Soy bastante activo porque me gusta y como mucho hago dos tuits diarios del blog.

    Sin embargo, he visto que muchos escritores autoeditados no saben usar las redes sociales. Entiendo que sea una forma bastante económica de promocionarse, pero seamos sinceros, que una persona escriba bien no tiene por qué ser sinónimo de saber vender un producto. Creo que no se ha entendido bien el funcionamiento de Twitter. Alguien ha hecho creer a algunos escritores que el envío masivo de SPAM antibombo funciona y eso es mentira por muchas razones. A no ser que haya un crecimiento diario muy alto en número de seguidores, cada día estamos tuiteando para casi las mismas personas. Es verdad que repetir un tuit 50 veces el mismo día puede tener sentido cuando queremos ser vistos por cuentas que siguen a miles de personas, pero en cuentas que siguen a 200 o 300 personas (que es bastante normal) les estamos saturando el TL con la misma publicidad. Además, el uso de tuits automatizados da una sensación de máquina muy poco personalizada. Además, hay que pensar cuántos de esos seguidores son lectores-compradores potenciales, cuántas son cuentas de escritores que también buscan promoción y cuántas son cuentas que solo buscan el followback sin interesarles los contenidos que se publican.

    Por otra parte, entiendo la estrategia de «tú me promocionas mi libro y yo te promociono el tuyo» para que no sea siempre autobombo, pero le veo por lo menos dos fallos. Es evidente que muchas veces se promocionan libros ajenos que no se han leído, solo por el lazo de deuda que se crea. Por otra parte, 140 caracteres son muy limitados para hacer atractivo un libro de forma original. Y cuando buscas reseñas un poco más elaboradas siempre se encuentran los mismos tópicos repetidos.

    Creo que la mejor forma que tiene un escritor de promocionar su obra es escribiendo, no repitiendo 50 veces diarias el mismo tuit. Un blog es fundamental, con contenidos regulares (diarios a ser posibles) y de calidad, de manera que los lectores tengan una referencia atractiva de cómo escribe.

    Además, la estrategia de spamear también acaba salpicando y perjudicando a escritores que no spamean. Me explico. Fulanito es un cansino porque tuitea 100 veces diarias su libro. Yo he optado por no seguir a Fulanito, porque me cansa, me llena el TL, me dificulta seguir a otros y porque ver 30 tuits iguales cada día no va a hacer que compre el libro. Menganito no es tan pesado pero retuitea a Fulanito por esa deuda de la que hablaba. Una vez no pasa nada, pero no me apetece estar viendo a Fulanito en mi TL. No sé si me explico.

    No quiero parecer un cascarrabias, pero bien empleado Twitter, otras redes sociales o los blogs pueden ser una forma fabulosa de comunicarse o de promocionar la obra.

    En fin, no me enrollo más. ¡Un saludo!

    • Hola, Alejandro. Muchísimas gracias por pasarte por mi blog y detenerte a compartir tu experiencia a través de un comentario tan amplio e interesante. Precisamente todo lo que comentas fue lo que me llevó a escribir esta entrada: también creo que el mal uso de las redes sociales está perjudicando seriamente a muchos escritores independientes. Considero que somos muchos los que no tenemos ningún interés en seguir un perfil que continuamente, muchísimas veces al cabo de día, nos está bombardeando con la misma publicidad de un libro. Sin embargo, a casi todos nos interesan esas entradas de blogs con contenido útil y currado, por lo que también coincido contigo en que la mejor promoción es trabajar mucho y bien, dar a conocer ese trabajo a la vez que apoyamos el de los demás, y que sean los demás los que hablen de nosotros.

      Cuando yo empecé a promocionar mi libro, caí en la trampa del spam. En parte porque en ese momento no sabía hacerlo de otra manera; en parte por esa deuda a la que también tú haces referencia. Por suerte, muy pronto advertí el flaco favor que esa estrategia nos hacía a todos y la corté a tiempo. Todos cometemos muchos errores, pero hay que seguir leyendo, estudiando, investigando… para mejorar todos los días y aprender de ellos, no nos queda otra 😉

      De nuevo gracias, Alejandro, por pasarte por Ecoescritura. Ya sabes que admiro tu blog (http://www.lapiedradesisifo.com/), que recomiendo a todo el mundo que nos esté leyendo, ¡un abrazo!

  4. ¡Hola!

    Estoy totalmente de acuerdo en todo lo que dices. Yo encajo dentro del «escritor aficionado» que intenta no solo ir conociendo poco a poco el mundo de la autoedición, también crecer como escritor, y es cierto que las redes sociales para personas en situación similar, totalmente anónimas, son un punto obligatorio de paso. Quizás sea por esto por lo que tan a menudo aparecen malos usos, ruidosos, como tu bien describes, de las redes sociales en este tipo de proyectos personales. El manejo de las redes sociales es algo que tiene un abordaje correcto muy poco intuitivo en el que, por resumir de alguna manera todo lo que has expuesto, lo que tienes que hacer para darte a conocer es hacerte partícipe del entorno social en el que quieres ganar notoriedad, no bombardear a este intentando llamar la atención; terminarías por ser como ese típico niño coñazo que únicamente sabe llamar la atención pegando tirones y gritando. Un ejemplo claro de un buen «acercamiento» y de «apoyar otros proyectos para no hablar simplemente del tuyo» es, sin ir más lejos, este post. Llevo siguiendo un tiempo este blog y dándole esporádicamente algo de difusión; ahora me animo además a participar en él. El problema es que todos estos conocimientos sobre manejo de redes sociales no nos llegan de manera eficaz y tampoco sabemos que tenemos que buscarlos, una lástima. De modo que yo no quería dejar la oportunidad de felicitarte por tu trabajo de síntesis en lo que es una gestión práctica, útil y sencilla de las redes sociales que puede ser muy útil para tantas personas, ya sean escritores aficionados o tengan cualquier otro proyeto personal.
    Espero que sigas adelante con esto y que tengas mucha suerte en tu camino.
    Un saludo.

    • Holaa, Raúl. No sabes cuánto valoro que te hayas decidido a dejarme este comentario, pues me da ánimos y me motiva para seguir trabajando con más fuerzas aún. Nunca había reparado en que estar en las redes no sea intuitivo, ¿de verdad no lo es? A mí me gusta pensar que es una prolongación de nuestro comportamiento en la vida misma, pero, poniéndonos un poco filosóficos, en la vida no siempre funciona la intuición, ni siquiera el sentido común… En definitiva, fácil no es, y todos cometemos errores, pero lo importante es estar siempre alerta y preparados para solucionarlos y mejorar. Gracias de nuevo por tu comentario, también te deseo muchísima suerte con todos tus proyectos. ¡Nos leemos! 😉

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