Casi medio año hace que no publicaba una entrada en el blog. Os prometo que me avergüenzo, pues además de ser perfectamente consciente de lo perjudicial que esto resulta en lo que concierne a la imagen y credibilidad de Ecoescritura; me siento “moralmente” en deuda con muchos de vosotros que no dejáis de hacernos llegar muestras de afecto y apoyo a este proyecto. No solo es este mi pecado sino que, además, tengo atrasadísima las respuestas a los correos que me llegan y a las preguntas que algunos lectores interesados hacéis a través de los comentarios. Perdón, perdón y mil perdones, os debo una explicación que debía haber llegado hace mucho tiempo.
El año que acaba de irse llegó repleto de proyectos importantes que absorbieron casi todo mi tiempo: autoedité mi primer libro de relatos para adultos, aumentaron los encargos a Ecoescritura, estuve trabajando en un libro para una editorial y, además de otras tareas que a nadie le interesa que me detenga a enumerar, sin duda alguna lo más importante es que ¡¡¡fui mamá!!! Con esto último sobrarían otras justificaciones, pues creo que todos comprenderéis cómo esta circunstancia cambia la vida, la forma de entender casi todo y el propio concepto del tiempo y su organización. En fin, en breves palabras, esta es la vida que hay detrás de esta bloguera.
El 2014 viene con aires renovados, parece que las rutinas van normalizándose y una aprende a estirar los días y las noches y se acostumbra a sobrevivir hurtándole horas al sueño; no hay nada como una pasión para que cualquier esfuerzo valga la pena.
Muchísimas gracias a todos: a los que nos seguís en Facebook, en Twitter, a los que nos escribís por privado, a los que completáis nuestros conocimientos a través de los comentarios, a los que nos ayudáis a difundir en las redes y nos mostráis un apoyo sin el cual en estos momentos más difíciles nos sería imposible seguir adelante… Por vosotros seguiremos trabajando incansablemente y ofreciendo lo mejor que tenemos y sabemos. Esperamos sepáis disculparnos.
Un abrazo,
Berta Carmona
¡Muchísimas felicidades, mamá! ¡Qué buena noticia! Me alegro que el silencio bloguero sea por causas tan buenas como el trabajo, la maternidad y los sueños que se cumplen. No te preocupes, comparto tus sentimientos de culpa como bloguera desastre que soy; pero los días tienen las horas que tienen y nuestros superpoderes son limitados. Es comprensible. Disfruta de las cosas buenas que te da la vida y confía en que los seguidores de Ecoescritura (entre los que estoy) te comprendemos y seguiremos estando aquí, apreciando el esfuerzo que hay detrás de este proyecto que tanto nos ha dado y nos dará.
Un abrazo, compañera.
Holaaa, Ana. Muchísimas gracias por tus lindas palabras. La verdad es que conociendo una tan bien la teoría y aplicándola en proyectos ajenos, cuesta declararse públicamente una bloguera tan imperfecta, ya se sabe, en casa del herrero… 😉 Como bien dices, los días están muy limitados y no hay más remedio que priorizar, según momentos, circunstancias, etc. Mil gracias por tu fidelidad y por esas palabras de apoyo que insuflan grandes dosis de energía. ¡Abrazos, compañera!
Hola Berta! Que alegría escuchar que has sido madre!! Mis felicitaciones!! A la principal seguidora de mi blog. Me alegro mucho que estés de vuelta, y te entiendo perfectamente la vergüenza que uno tiene por «desaparecer» del blog.
Mis felicitaciones! Y espero que vengas renovada!…
Holaaa, Julio. Muchísimas gracias por tus felicitaciones, estoy viviendo una etapa muy feliz, la verdad, aunque más que nunca me resiento por la falta de tiempo para llegar a todo lo que deseo hacer. Más de una vez he pensado en tu blog y cómo te iría, así que también me alegra leerte. ¡Gracias de nuevo, Julio!